Creemos firmemente que cada niño con desafíos en el neurodesarrollo es único, con talentos, necesidades y un potencial que merece ser descubierto y fortalecido. Nuestra atención parte de un enfoque integral y personalizado, que pone énfasis en sus fortalezas y adapta cada intervención a sus características particulares.
Promovemos la inclusión, practicamos la empatía y fomentamos el trabajo conjunto con familias, docentes y comunidad para construir entornos donde todos los niños y niñas, con o sin condición, se sientan comprendidos, respetados y acompañados.
Los valores que nos inspiran son:
Brindar espacios seguros, inclusivos y enriquecedores para niñas y niños con desafíos en el neurodesarrollo, donde se reconozca su individualidad y se impulse su desarrollo integral. En 2025, reafirmamos nuestro compromiso con una atención de calidad que responda a sus necesidades emocionales, sociales, cognitivas y físicas, al mismo tiempo que fortalecemos a sus familias como agentes clave en su bienestar y éxito a largo plazo.
Construir una sociedad en la que cada niña y niño con desafíos en el neurodesarrollo sea plenamente valorado, comprendido y acompañado en su camino hacia la autonomía, inclusión y participación activa. En este 2025, imaginamos un futuro donde la neurodiversidad se celebre como parte esencial de la riqueza humana, y donde todas las infancias tengan acceso equitativo a oportunidades que les permitan desarrollarse, contribuir y vivir con dignidad dentro de su comunidad.
Esta política entra en vigencia a partir de la fecha de su aprobación por parte de la alta dirección de la Fundación Reflejo Sonora A.C. y se espera que todos los empleados y partes interesadas la cumplan en su totalidad.
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